martes, 16 de diciembre de 2014

Se acabó el semestre

Europeos - Facultad de Economía UANL
¡Se acabó el semestre compañeros! Gracias por haberlo dado todo, disculpen si les fallé.
Recuerden que ustedes pueden ser los mejores, altos, bajos, rápidos o lentos.
Pueden ganarle a cualquiera, pero nunca olviden confiar en sí mismos ni dejar de entrenar.
Se acabó el semestre, ese momento que esperaba desde Octubre cuando me dí cuenta que pasaba demasiado tiempo en la escuela. Se acabó el semestre, no más lecciones tediosas, no más presiones innecesarias. Se acabó el semestre, hola excedente risible de ocio. Se acabó el semestre, extrañaré las lecturas de civilización y las clases de artes. Ya no más temas complicados de probabilidad. Ya no más ejercicios rompecabezas de contabilidad. No más modelos abstractos de microeconomía. Por fin tengo tiempo para hacer lo que me gusta... ¿Qué me gusta hacer? Ah, si ¡Olvidaba las lecciones de francés! Por fin podré quedarme toda la tarde en mi casa.

¿No me gusta mi carrera? No sé. No me gusta que los maestros quieren que piense como ellos, pero si me gusta que me enseñen a pensar. Me gusta entender como funciona el mundo -de nosotros los individuos-, y la economìa es la forma más racional para entenderlo. Me gusta llegar a conclusiones por mi cuenta, me gusta empezar a usar las 'herramientas económicas' sin siquiera darme cuenta. Me gusta mezclar los conocimientos que sé. Me gusta llegar a utilizar las matemáticas que se usan en física para entender las matemáticas que se usan en economía. Me gusta  complementar una ciencia tan joven con otras tan maduras y geniales como la física y las matemáticas. Pero no me gusta que economía sea la economía del maestro, sino economia 'la ciencia'. La ciencia que se construye y se cuestiona. ¿Me gusta mi carrera? Me gusta aprender.

Aprendí que la constancia y la perseverancia da sus frutos, pero también que la monotonía va terminando con tu alma. También que hay que soportar y saber llevar aquellas cosas que te disgustan. No siempre se puede estar cómodo en las clases. Algunas nos gustan otras no, pero todas son parte del 'programa'. Aprendí que no puedo perseguir al tiempo porque el me termina persiguiendo a mí. Hay suficiente tiempo, pero hay muchas actividades y distracciones -aunque a veces es bueno distraerse-. Tampoco debo perseguir los sueños de otros por querer demostrarme que también puedo. En todo caso, debo perseguir lo que yo anhele desde mi corazón, con sinceridad. Aprendí que los sueños y las metas se construyen paso a paso, no hay porque perseguirlas. Las historias no se construyen en un relámpago, sino cómo la lluvia de Monterrey estos últimos meses: gota a gota, noche tras noche, día tras día, cada charco pisado va marcando tus zapatos y pantalones -o falda y tacones-.

Las alegrías de la vida llegan solas sin esperarse. Calcular cada día o semana rara vez se cumple. Me gusta saber que va a pasar -¡Que aburrido soy!- pero de un segundo a otro sales con una mujer que hace algunos meses te daba miedo hablarle -ni pensabas hablarle-, al mismo tiempo, si no te dejas llevar terminarás cumpliendo tus planes -¡No! Este semestre no, no pasará nada, debo estudiar...- Y estudiarás y estudiarás, pero los abrazos, las  visitas, los besos y las salidas se recuerdan más que el segundo párrafo de la página 480 del libro amarillo que se ensucia con cualquier par de manos impuras. Me lamentaré de algunas cosas, pero esat noche recordaré que eso es historia y "lo escrito, escrito esta" -Si, leo la columna de Castillejos.

Aprendí muchas cosas, me reí un par de veces, toque un par de veces el balón y me lesione el doble. Corría a mil por hora cada día, y me cansaba en un sprint cada partido. Me gustó alguien que no pensaba en conocer. Deje de hacer cosas que quería hacer, y le fallé a algunas personas que siempre habian confiado en mi. Me dediqué mucho tiempo a mi, pero terminé por estar solo, dónde cada día solo era yo y los libros. Cuando empiezo a voltear me acuerdo que tengo amigos por todas partes, que tengo sueños que habia cambiado, olvidaba mi origen y raíz. El estilo que me caracteriza se disminuyó tal vez un poco, y lo iba guardando en mis apuntes y hábitos de estudios. Si hay algo que empecé a anhelar este semestre fue la libertad, la libertad de mi mismo.

Se acabó el semestre


No hay comentarios:

Publicar un comentario